05. 🛸 Nothing means everything
CHAPTER FIVE. / Nothing means everything
Pedro volvió a sentarse tras la llamada, dejando caer un suspiro pesado mientras miraba a Ebony, quien parecía perdida en sus pensamientos, jugando con la copa en su mano.
Le preocupaba verla así. Había un brillo en sus ojos que no reconocía, una mezcla de tristeza y algo más profundo que no alcanzaba a descifrar. Y el hecho de que hubiera vuelto a beber, después de tanto esfuerzo para dejarlo atrás, le dolía más de lo que esperaba. Sin embargo, sabía que ahora él no tenía ni voz ni voto para decirle nada.
Y eso lo destrozaba.
ᅳVamos a tener que fingir estar juntos ᅳdijo finalmente, rompiendo el silencio.
Ebony levantó la mirada, sus cejas fruncidas.
ᅳ¿Qué? ᅳpreguntó, casi en una exclamación.
ᅳ¡Tú misma lo dijiste! No podemos llegar a la cena y soltarles la bomba. ¿Te imaginas? Sería la peor cena de Navidad de la historia.
Ebony soltó una risa incrédula y dejó la copa sobre la mesa con un golpe seco.
ᅳDios, es cierto... ᅳmurmuró, llevándose una mano a la frente. Cerró los ojos unos segundos, intentando asimilar la situación. Cuando volvió a abrirlos, su mirada estaba cargada de escepticismoᅳ. ¿Y cuál es tu plan brillante, Pedro? ¿Sonreír como idiotas y fingir que todo está bien mientras nos morimos por dentro?
Pedro se encogió de hombros, con una leve sonrisa que intentaba aliviar la tensión.
ᅳAlgo así. Pero tal vez no sea tan difícil, ¿no crees? Nos conocemos como la palma de la mano. Sabemos cómo comportarnos frente a ellos.
ᅳEso era antes ᅳEbony lo miró con durezaᅳ. Antes de que todo esto pasara. Antes de que...
Se detuvo, tragándose las palabras. Pedro sintió una punzada en el pecho, pero decidió no presionarla.
ᅳEbony, yo... ᅳComenzó a hablar, pero ella lo interrumpió.
ᅳEsto es una locura, Pedro. Una completa locura. ᅳSe levantó de la silla y comenzó a caminar por el loft, como si buscara alguna solución mágica escondida entre los muebles. Al cabo de unos segundos, se giró hacia él con los brazos cruzadosᅳ. No sé si puedo hacer esto.
Pedro se puso de pie, acercándose con cautela, como si temiera que un movimiento en falso la hiciera desaparecer.
Los dos estaban aterrados de aquella situación, pero sus egos les impedían hablarlo como personas normales.
ᅳMira, no es ideal. Lo sé. Pero tampoco tiene que ser una tortura. —Intentó suavizar su tono, buscando sus ojosᅳ. Solo son unos días. Fingimos, hacemos que todo parezca perfecto y, después, cada quien sigue con su vida.
Ebony soltó un bufido.
ᅳ¿Cómo puedes decir eso tan tranquilo? ᅳpreguntó, su voz cargada de incredulidadᅳ. ¿Crees que esto no va a ser una tortura para mí? ¿Verte, tenerte tan cerca y saber que...?
ᅳ¿Saber qué? ᅳLa interrumpió él, dando un paso más hacia ella. Sus miradas se encontraron, y Pedro sintió cómo su corazón latía con fuerza.
Ebony apretó los labios, negando con la cabeza.
ᅳNada. Olvídalo.
Pedro dejó escapar un suspiro frustrado y volvió a sentarse, pasándose las manos por el cabello. Quería decirle tantas cosas, pero temía que cualquier palabra lo arruinara aún más.
ᅳMi familia llega el 23 antes de cenar ᅳdijo al fin, rompiendo el silencio.
Ebony asintió lentamente, sin mirarlo.
ᅳMi hermana Lux estará aquí la noche del 22 ᅳcontinuó élᅳ. Quiere cenar con nosotros.
Ebony levantó una ceja.
ᅳ¿Tu hermana sabe que rompimos?
Pedro negó con la cabeza.
ᅳNo. Y creo que... bueno, no estaría de más incluirla en esta pequeña actuación, ¿no crees?
Ebony soltó una risa amarga y se dejó caer en el sofá. Aquello iba de mal en peor.
ᅳEsto es ridículo. Una verdadera película de enredos.
Pedro intentó sonreír, aunque la situación distaba mucho de ser divertida.
ᅳEsto no va a cambiar nada ᅳavisó Ebony con firmeza, señalándolo con un dedo. Sus palabras estaban llenas de determinación, como si intentara convencerse a sí misma tanto como a élᅳ. Tomamos la decisión de dejarlo y celebrar la Navidad juntos no lo va a cambiar.
Pedro frunció el ceño y bajó la mirada, apretando los labios antes de murmurar:
ᅳTú tomaste la decisión de dejarme.
Aunque lo dijo en voz baja, Ebony lo escuchó perfectamente. Su expresión cambió de inmediato, pasando del control frío al enfado.
ᅳ¿En serio vas a empezar con eso? ᅳdijo, cruzándose de brazos y clavándole la miradaᅳ. ¿Otra vez vamos a tener esta conversación?
Pedro levantó la vista, mirándola con un brillo de desafío en los ojos.
ᅳQuizá sí deberíamos tenerla. Porque, hasta ahora, solo me has dado razones vagas, Ebony. "No estábamos bien", "necesitaba espacio". ¿Qué significa eso realmente?
Ebony apretó la mandíbula, intentando controlar la rabia y el dolor que sentía. Sabía que Pedro no entendía, pero lo que más la frustraba era que, a pesar de todo, seguía haciendo preguntas que ya no podían responderse.
ᅳSignifica exactamente lo que dije. Las cosas no estaban funcionando. Todo se volvió... complicado. ᅳSu voz se quebró, pero se obligó a seguir. No quería mostrar más debilidad, no después de todo lo que había pasadoᅳ. No queríamos lo mismo, y fui una estúpida al pensar que cambiarías. Y eso es lo que me destruyó. Yo quería una familia, quería comprometerme, y tú... tú tenías miedo de todo eso. No me mires así, como si tú fueras el único que sufrió con todo esto.
Pedro guardó silencio por un momento, procesando sus palabras. Sentía la presión de sus reproches, pero también sabía que ella tenía razón. Había sido él quien se había alejado cuando las cosas se ponían serias, y el miedo al compromiso lo había paralizado.
ᅳNo lo soy, pero tampoco soy el único que cometió errores, Ebony. Ambos tuvimos nuestra parte de culpa. ᅳPedro dio un paso hacia ella, pero Ebony no se movió. Lo miró fijamente, sus ojos desbordando una mezcla de dolor y frustraciónᅳ. Tal vez si hubiéramos hablado más, si hubiéramos intentado...
ᅳNo quiero hablar más de esto. ᅳEbony levantó una mano, deteniéndolo antes de que pudiera decir másᅳ. No ahora. Esto ya no tiene sentido.
Un silencio incómodo llenó el loft. Ambos se miraron por un instante, como si estuvieran midiendo fuerzas. Finalmente, Pedro suspiró y desvió la mirada.
ᅳEstá bien. Como quieras.
Ebony soltó un suspiro aliviado, aunque todavía sentía el peso de la tensión en el aire. Se apartó hacia la cocina y comenzó a recoger la botella de whisky, como si concentrarse en algo práctico pudiera calmarla.
ᅳHablemos de la cena, entonces ᅳSu tono era más frío, más distanteᅳ. ¿Qué vamos a cocinar?
Pedro la miró desde su lugar en la sala, consciente de que no debía presionar más.
ᅳPodemos hacer algo tradicional. Pavo, tal vez. O alguna de esas recetas familiares que a tu madre le encantan.
ᅳ¿Pavo? ᅳEbony levantó una ceja y dejó escapar una pequeña risa sarcásticaᅳ. ¿Quién de los dos va a cocinarlo? Porque seguro que no soy yo.
Pedro sonrió levemente, agradecido por el cambio de tema.
ᅳPuedo intentarlo. Mi abuela me enseñó una receta hace años. Solo necesitaré un poco de ayuda.
ᅳ¿Un poco? ᅳreplicó Ebony, mirándolo con burlaᅳ. Lo que necesitarás es un milagro.
Pedro se rió, relajando un poco el ambiente.
ᅳMuy graciosa.
Ambos comenzaron a hablar de los detalles: qué platos prepararían, cómo decorarían el loft y qué cosas comprar para la cena. Aunque todavía había cierta tensión entre ellos, la tarea les permitió distraerse lo suficiente como para cooperar sin discutir más.
Cuando terminaron, Pedro miró la hora y se frotó el cuello.
ᅳBueno, supongo que queda decidir dónde voy a dormir.
Ebony lo miró, dándose cuenta de que no habían pensado en eso.
ᅳPuedes quedarte en el sofá ᅳdijo ella rápidamente, señalándolo con un gesto de la mano.
Pedro frunció el ceño.
ᅳEbony, si vamos a fingir que seguimos juntos, ¿no crees que sería raro que nuestras familias noten que duermo en el sofá?
Ebony abrió la boca para protestar, pero se detuvo.
ᅳPodría irme con Andrew. Seguro que no le importa que me quede en su casa mientras tú estás aquí.
Pedro negó con la cabeza.
ᅳ¿Y si alguien de nuestras familias se da cuenta? ¿Qué le dirías? "Ah, sí, estamos juntos, pero estoy durmiendo en casa de un amigo". No suena muy convincente, ¿verdad?
Ebony frunció los labios, sabiendo que tenía razón, aunque odiaba admitirlo.
ᅳEntonces... ¿qué propones?
Pedro se encogió de hombros, intentando mantener la calma.
ᅳDormiremos en la misma habitación. Como antes.
Ebony lo miró con incredulidad, cruzándose de brazos.
ᅳ¿En serio?
ᅳEs lo más lógico. Nadie sospechará nada ᅳPedro intentó sonar razonable, aunque sabía que la idea la incomodaríaᅳ. Y no tienes que preocuparte, Ebony. No voy a cruzar ninguna línea.
Ebony lo observó en silencio, buscando alguna señal de que esto sería un desastre. Finalmente, soltó un suspiro resignado.
ᅳDe acuerdo. Pero esto no significa nada, ¿entendido?
ᅳEntendido ᅳPedro asintió, aunque en el fondo sabía que compartir ese espacio con ella sería más complicado de lo que ambos querían admitir.
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